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MAREA ROJA: RECOMIENDAN EXTREMAR CUIDADOS EN EL CONSUMO DE MOLUSCOS

“No consumir moluscos extraídos de costa es clave para prevenir intoxicaciones. La toxina no se elimina con cocción, limón ni vinagre”, advirtió la veterinaria Silvina Albarracín, supervisora de Salud Ambiental de la URESA Atlántica.

Sierra Grande | La presencia de marea roja en sectores de la costa rionegrina encendió las alertas sanitarias. La veterinaria Silvina Albarracín, integrante del hospital «Dr. Osvaldo P. Bianchi» y supervisora de Salud Ambiental de la Unidad Regional de Epidemiología y Salud Ambiental (URESA) Atlántica, brindó detalles sobre la situación y emitió recomendaciones para la población. Por ahora, en la zona de Playas Doradas no se detectó la presencia de toxina, pero la recomendación es consumir productos de mar provenientes de establecimientos autorizados.

Según explicó, el Laboratorio de Salud Ambiental de Viedma, es el encargado de realizar los análisis para detectar la toxina paralizante en moluscos bivalvos. En los últimos controles, en la zona de reserva entre Pozo Salado y Bahía Creek, se registraron niveles de toxina muy por encima de los permitidos: “Primero se detectaron valores de 400 unidades ratón, y en la última semana treparon a 1.260. Eso implica la prohibición inmediata de consumo y la implementación de veda provincial en esa área”, señaló Albarracín.

La profesional aclaró que este fenómeno es natural, causado por la proliferación de microalgas llamadas dinoflagelados, y no siempre tiñe el agua de rojo, lo que dificulta su detección a simple vista. “Los moluscos bivalvos como almejas, cholgas y mejillones son filtradores, retienen la toxina en su carne y, a diferencia de los crustáceos, sí representan un riesgo para la salud humana. La cocción, el limón o el vinagre no eliminan la toxina”, remarcó.

Respecto a los síntomas de intoxicación, Albarracín advirtió que suelen aparecer entre 30 y 60 minutos después de la ingesta: “Primero hay hormigueo en boca, labios y lengua; luego debilidad muscular, dolor de cabeza, náuseas y vómitos. En casos graves puede provocar parálisis, dificultad respiratoria e incluso la muerte. No existe antídoto: el tratamiento se limita a mitigar los síntomas”.

Sobre la posibilidad de propagación, la especialista explicó que depende de las corrientes marinas, especialmente las cálidas, y que por eso se mantiene un monitoreo constante en distintos puntos de la costa atlántica. En este marco, pidió responsabilidad a la comunidad:

“La recomendación es clara: no consumir moluscos extraídos de la costa en zonas vedadas o en alerta. Solo se deben adquirir en comercios habilitados, donde se garantiza que provienen de áreas seguras y libres de toxinas”.

La marea roja actualmente se concentra en el área natural protegida Caleta de los Loros–Pozo Salado–Punta Mejillón, pero las autoridades insisten en mantener la vigilancia y reforzar los cuidados.

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