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Playas Doradas. Por Walter Ruiz, guía de pesca

Este fin de semana, la Secretaría de turismo de Sierra Grande organizó su apertura de temporada para la práctica de la pesca con mosca en el mar, buscando generar una nueva opción para los que disfrutamos de esta pasión y generar ademas una alternativa mas para los prestadores del lugar.

Tuve el agrado de participar, compartimos una charla con pescadores locales, algunos que viajaron para Playas Doradas, informantes de turismo y algunas autoridades. Todo muy sencillo pero con un claro objetivo, desarrollar algo pensando a futuro.
Es bueno destacar esto, ya que después de haber vivido 8 años en Puerto Madryn y aportar mi grano de arena al desarrollo de esta actividad, nunca fuimos apoyados por la dirección y secretaria de turismo local al momento de querer organizar algún evento, por lo que al recibir la invitación de Jose Pezzano, secretario de turismo de Sierra grande no dude en darles una mano.
La pesca
Como es de esperar en la Patagonia, el clima no siempre acompaña y como si fuera a propósito nos pega duro al momento de querer ir a pescar. Nieve en Puerto Madryn y Trelew, viento de mas de 60km/h y temperatura bajo cero en Playas Doradas, pero ahí estábamos firmes para ver que onda los Róbalos rionegrinos.
Abel y Alejandro eran los encargados de compartir su experiencia robalera y a pesar del mal clima arrancamos para el agua. El lugar elegido fue la ría, mas precisamente la desembocadura del Arroyo Salado en el mar. Llegamos tipo 12hs y la marea estaba baja, momento ideal para poder cruzar de lado a lado y pescar sobre la margen contraria. A pesar de estar baja la marea, en la ría quedan algunas lagunas en las que según ellos quedan peces, asi que comenzamos a probar y efectivamente habían algunos Róbalos, por supuesto capturados por ellos.
Yo intente algunos minutos con mi mosca, la Patagonian Blenny Bugger, desarrollada básicamente para una pesca en aguas muy bajas, pero acá la cosa era distinta, ya que si bien pescamos con líneas de flote, lo haciamos a una profundidad que talvez alcanzaba o superaba el metro, por lo que mi mosca no bajaba lo suficiente. Luego de ver como tomaban su mosca, acepte atar una de ellos.
La mosca que ellos usan es el mismo concepto que el nuestro, una mosca con ojos de plomo que no deja de ser un Streamer, solo que no tiene tanto material y lo mas importante, ojos muy pesados (tamaño L). La mosca que estamos usando nosotros no es tan pesada, ya que pescamos a muy baja profundidad y podemos tranquilamente barrer el fondo.
Ate la mosca que me dió Alejandro y no bastaron mas de 3 o 4 tiros que clavé el primer Róbalo. Chico, menos de un kilo y no muy peleadores. Incluso al devolverlos no salían agresivamente como suelen hacerlo.
La ría comenzó a cargar agua y en menos de una hora, se transformó en un gran río. El frío y el viento aumentaron increíblemente, haciéndonos padecerlos en algún momento. De repente los muchachos nos pidieron a Andres y a mi que los acompañemos un poco aguas adentro de la ría, a un lugar donde “siempre pican”. Caminamos 500mts y comenzamos a tirar. Viento muy fuerte y de frente, por lo que poner una mosca a 15mts con un equipo 6 se complicaba. Los tiros llegaban a 10mts y ellos insistían que faltaban un par de metros mas. Con mucho esfuerzo logre llegar a la distancia y en el primer tiro bien puesto, pique….
Asi continuó la tarde, el pescado parecía haberse quedado en ese lugar. Creo que saqué mas de 15 Róbalos en una hora, con un corte en el medio para prender un fuego y recuperar la sensibilidad en la punta de los dedos.
Los chicos sacaron muchos mas, ya que cuando se movían lo hacían a lugares específicos. En algunos intentos por buscar un tamaño mayor o no se que, me cambiaba de lugar y no tenia piques, hasta que recibía la indicación correcta… “pela, en aquella puntita, tira un poco para arriba y deja hundir…” Pum!! pique tras otro.
En fin, que es lo bueno de este tipo de salidas o encuentros? la camaradería, el no esconder nada, el no ser egoísta en poder compartir las experiencias, el abrir el juego para que esta modalidad de pesca pueda desarrollarse y así mucha gente pueda disfrutar de una opción de pesca en el invierno.
Quiero agradecer y felicitar a los que le pusieron todo para hacer esto, sin un mango para nadie, pero con muchas ganas. A las chicas de informes turísticos que fueron a la charla e incluso se animaron a atar algunas moscas, a José Pezzano que organizó todo, al municipio de Sierra Grande, a Abel y Alejandro, a Carlos Zapata, a Soles de la Patagonia, un lindo complejo que nos dió la posibilidad de quedarnos, a Analía por acompañar y bancarla, a Andres y Sandra que viajaron de Rawson y a todos los que compartieron la info para darles una mano a estos pibes que quieren arrancar con esta actividad.
Una pena que no estuvieron otros referentes de esta actividad ni compartiendo ni participando con su aporte.
Les dejo algunas fotos del duro, pero genial día de pesca con amigos.
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