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“APRENDER EN COMUNIDAD”: LA EXPERIENCIA EDUCATIVA QUE UNIÓN LOS PARAJES DE CONA NIYEU Y ARROYO VENTANA EN LA MUESTRA DE FIN DE CICLO

La docente Mónica Copa presentó, junto a estudiantes de entre 65 y casi 90 años, dos proyectos que retratan identidades, historia y problemáticas reales de la zona rural. En Cona Niyeu trabajaron sobre la potabilización del agua y en Arroyo Ventana elaboraron maquetas del “Ventana viejo” y el “Ventana nuevo”, reconstruyendo memoria colectiva.

Sierra Grande | El anexo de la Escuela de Educación Básica para Adultos Nº 26 que funciona en Cona Niyeu y Arroyo Ventana realizó su muestra anual con proyectos que sorprendieron por su profundidad, su anclaje territorial y la participación activa de estudiantes mayores que, en muchos casos, superan los 80 años.

La docente Mónica Copa, responsable de ambos anexos rurales, explicó que cada cierre de año implica un desafío: “todos los años nos preguntamos qué presentar, qué nuevo descubrimiento podemos compartir. Y siempre algo surge. La zona rural tiene una riqueza enorme y los adultos mayores también”, afirmó.


Cona Niyeu: comprender el agua que se consume

El trabajo del anexo de Cona Niyeu se centró en una réplica del sistema de potabilización del agua que abastece al paraje. Lejos de suponer que el recurso llegaba desde Arroyo Ventana, los estudiantes investigaron y descubrieron el funcionamiento de la planta local de Aguas Rionegrinas, guiados por su operador, José Huenchul, quien trabaja allí desde hace más de cinco décadas.

Copa contó que la motivación nació de una pregunta tan simple como poderosa: “¿De dónde viene el agua que tomamos?”.

A partir de esa inquietud:

  • Entrevistaron al operador de la planta.

  • Visitaron las instalaciones.

  • Observaron el recorrido del agua desde los pozones a cielo abierto ubicados a 15 km de Cona Niyeu.

  • Comprendieron el proceso de clorado, filtrado en arena, pasaje por cisterna y posterior distribución.

La docente subrayó que muchos estudiantes creían que el agua que consumían provenía del canal del paraje, lo que les permitió discutir mitos y construir conocimiento desde su propia realidad. Uno de los alumnos, de 78 años y con diagnóstico de Alzheimer, aportó recuerdos valiosos que dieron contexto histórico y emocional al proyecto.

El grupo está compuesto por personas de entre 65 y casi 90 años, lo que obligó a Copa a diseñar una propuesta accesible, respetuosa de los ritmos individuales y centrada en la experiencia sensorial: construcción manual, observación, conversación y memoria compartida.


Arroyo Ventana: contar la historia del “Ventana viejo” y el “Ventana nuevo”

El anexo de Arroyo Ventana presentó un proyecto completamente distinto: una maqueta que representó el poblado antes y después de la inundación que redefinió su fisonomía.

Los estudiantes reconstruyeron:

  • El Ventana viejo, casi desaparecido después del evento hídrico.

  • El Ventana nuevo, con su escuela, juzgado, comisaría y las viviendas actuales.

La docente explicó que muchas personas de la zona no conocían esa historia en detalle y que el trabajo permitió visibilizar que en el paraje existe vida comunitaria organizada, instituciones y un patrimonio cultural que sigue vigente.


Un trabajo artesanal, emocional y profundamente humano

Copa relató que trabajar con adultos mayores implica cuidados particulares: supervisar cortes, pegado de materiales, pintura y manipulación de herramientas. Pero también significa abrir un espacio donde puedan expresarse, aportar saberes ancestrales y reencontrarse con su identidad.

“A veces ellos dicen ‘¿para qué voy a ir a la escuela si no quiero escribir?’ Y yo les digo: podés pintar, podés aportar ideas, podés contar tu historia. Todo eso también es aprender”, expresó.

Para la docente, la experiencia educativa no concluye en la maqueta terminada. Lo esencial es el encuentro:

  • Reuniones mensuales para que estudiantes que viven en sectores rurales aislados puedan conocerse entre sí.

  • Intercambio de historias, recuerdos y saberes.

  • Recuperación de prácticas locales, como el uso de hierbas medicinales.

  • Acompañamiento emocional y social para personas en situación de soledad o aislamiento.


Una despedida cargada de emoción

Mónica Copa adelantó que posiblemente esta haya sido su última muestra antes de iniciar el proceso de jubilación. “Es difícil porque los alumnos te esperan, preguntan por los otros, quieren saber cómo están. Me llevo un montón de cosas vividas con ellos. Ha sido una experiencia maravillosa”, confesó.

El cierre del ciclo se completará con el acto de egresados, el próximo 12 de diciembre, que se realizará en Cona Niyeu debido a la avanzada edad de gran parte de los estudiantes.


La educación rural de adultos, un espacio que transforma vidas

La muestra dejó en evidencia la potencia de la educación en contextos rurales: un espacio donde personas mayores se encuentran, aprenden, investigan y recuperan su historia. Una escuela que se reconoce como comunidad activa, capaz de producir conocimiento sobre su territorio.

El trabajo de Mónica Copa y sus estudiantes demuestra que nunca es tarde para aprender y que la educación, incluso en los rincones más pequeños del mapa, continúa siendo un motor de dignidad, identidad y construcción colectiva.

Fuente: En este día | Radio Libre.

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