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TREDI AVANZA EN EL RETIRO DEFINITIVO DE LOS 80 TRANSFORMADORES CONTAMINADOS CON PCB QUE QUEDAN EN SIERRA GRANDE

Dispositivo montado en Los Polvorines .

Dispositivo montado en Los Polvorines .

Sierra Grande | La erradicación del PCB en Sierra Grande dio un paso decisivo este miércoles con el inicio del retiro definitivo de los 80 transformadores que permanecían almacenados en los polvorines, un predio seguro donde fueron concentrados tras las tareas de trasvasado realizadas años atrás. La empresa Tredi —especializada en la gestión integral de este tipo de residuos peligrosos— se encuentra instalada en el lugar y ya opera dentro del galpón montado especialmente para llevar adelante el proceso bajo estricto hermetismo.

La presencia de PCB constituye uno de los pasivos ambientales que HiPaRSA asumió tras la creación de la empresa, heredando la responsabilidad de saneamiento. Su tratamiento fue motivo de judicialización y de una audiencia pública impulsada por el Gobierno de Río Negro, que mantuvo siempre la decisión final respecto del destino de los equipos contaminados.

Según se supo, las tareas incorporan una logística diseñada para evitar nuevos impactos ambientales. Esto incluye sistemas de manipulación y contención que permitirán extraer y acondicionar los transformadores sin generar contaminación del suelo, así como la reparación del camino que facilitará su traslado posterior hacia Bélgica, donde se completará el proceso de disposición final.

Ayer, la secretaria de Ambiente de Río Negro, Judith Jiménez, y la intendenta de Sierra Grande, Roxana Fernández, estuvieron en el lugar.

Si bien aún no se conoce de manera oficial el monto total de la inversión destinada al tratamiento de los transformadores, la empresa Tredi ya ejecuta el operativo con su infraestructura instalada en los polvorines, un paso clave para poner fin a un pasivo ambiental que marcó durante décadas la agenda ambiental y productiva de Sierra Grande.

 

El amparo por el PCB en Sierra Grande

La lucha judicial por la erradicación del PCB en Sierra Grande se remonta al 27 de mayo de 2011, cuando un grupo de vecinos autoconvocados bajo la organización “En defensa de la vida, No al PCB” presentó un recurso de amparo colectivo ante el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro para exigir el retiro de los residuos tóxicos almacenados en el predio de la ex HiPaSAM, luego bajo la custodia de HiPaRSA. En aquella audiencia, los amparistas fueron recibidos por el juez del Superior Tribunal de Justicia Víctor Hugo Sodero Nievas, quien encabezó las instancias iniciales de reconocimiento del reclamo judicial.

El amparo fue promovido por vecinos y referentes de la comunidad, entre ellos la actual legisladora Magdalena Odarda, el entonces legislador Renzo Tamburrini, la concejala Roxana Fernández y otros actores como Luis Giannini y Daniel López, acompañando firmemente la demanda para que se retiraran los compuestos peligrosos del entorno local.

La razón del amparo fue la preocupación por la existencia y permanencia de PCB —un tóxico altamente peligroso para la salud y el ambiente— en transformadores y residuos almacenados en un predio cercano a la ciudad, situación que la comunidad consideraba un riesgo grave sin respuesta satisfactoria por parte de las autoridades ni de la empresa responsable del pasivo.

A lo largo de los años siguientes, los amparistas —junto con asambleas de vecinos y organizaciones sociales— mantuvieron la presión judicial y mediática para que el Estado provincial definiera el destino de los contaminantes y promoviera su erradicación definitiva, lo cual se tradujo en diversas instancias administrativas, audiencias y acciones conjuntas con organismos provinciales y nacionales hasta llegar a las tareas concretas de retiro que se desarrollan en la actualidad.

La salida del PCB de Sierra Grande

El 29 de enero de 2014 se llevó a cabo en Sierra Grande uno de los hitos más relevantes del proceso de erradicación del PCB: comenzó el traslado definitivo de los residuos peligrosos al exterior del país. Ese día, tras años de demora, se concretó la carga y consolidación de más de 78.000 kilos de PCB y materiales contaminados en contenedores seguros, autorizados internacionalmente para su exportación, cumpliendo estrictos protocolos de seguridad para evitar fugas o exposición ambiental. La operación fue encabezada por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Río Negro, con fiscalización de Prefectura Naval Argentina, AFIP y Aduana, e incluyó camiones que partieron hacia el puerto de Buenos Aires, donde los residuos serían embarcados con destino final a Bélgica para su tratamiento y destrucción definitiva.

Desde mayo de 2013, las tareas previas incluyeron el trasvase del aceite PCB de los transformadores y otros equipos hacia tambores especiales homologados por la ONU, diseñados para contener líquidos altamente peligrosos y garantizar la seguridad durante el transporte internacional. Los residuos sólidos que estuvieron en contacto con el PCB —como ropa, herramientas y tierra contaminada— fueron depositados en bines metálicos cerrados para su consolidación, evitando cualquier nueva contaminación del suelo o del aire. Todos los procedimientos siguieron las normativas ambientales vigentes y contaron con inspecciones técnicas permanentes para asegurar que la manipulación y el transporte se realizaran sin riesgos para la salud pública ni el ambiente, marcando un avance histórico en la gestión de este pasivo ambiental en la provincia.

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