El Congreso Extraordinario de la UnTER, realizado el martes 24 de junio en la localidad de Valcheta, expuso con claridad el creciente malestar en el sector docente frente a la falta de respuestas del Gobierno provincial. Gustavo Cifuentes, secretario adjunto de la conducción central del gremio, fue categórico: “Si no hay una propuesta real y una convocatoria a paritarias antes del receso invernal, no vamos a comenzar la segunda parte del año”.
Cifuentes remarcó que, pese al clima de enojo generalizado, el congreso se desarrolló con un alto grado de discusión política, donde se coincidió en la necesidad de exigir una recomposición salarial acorde con la inflación y la pérdida del poder adquisitivo. “La última propuesta del Gobierno fue absolutamente irrisoria. Nos ofrecieron un 1% mensual para el trimestre, y tras rechazarlo, lo reemplazaron por un bono de $40.000 y sumas no remunerativas de $30.000 y $20.000 según la antigüedad. Eso no soluciona nada”, sostuvo.
El dirigente expresó que el gremio esperaba una mejora sustancial durante estos días, pero lamentó que “no hay voluntad política” por parte del Ejecutivo rionegrino. “En vez de una mesa de diálogo, recibimos amenazas de que no nos van a pagar lo mismo que al resto del Estado. Eso sólo profundiza el conflicto”, advirtió.
La resolución del Congreso fue clara: exigir la urgente convocatoria a paritaria y una propuesta salarial que contemple el IPC y la pirámide salarial docente. De no haber avances, se aplicará un paro de 48 horas de no inicio al finalizar el receso invernal.
Además del reclamo salarial, Cifuentes destacó otros puntos críticos como el sistema de auditorías médicas, que está generando “un caos institucional” al rechazar licencias y obligar a docentes a trabajar enfermos. “Esto es inadmisible y atenta contra la salud de los trabajadores. La salud laboral y las condiciones edilicias también deben estar sobre la mesa”, remarcó.
Consultado sobre qué tipo de propuesta sería evaluada como razonable por el sindicato, Cifuentes fue claro: “Debe impactar por cargo, incluir porcentajes en blanco que repercutan en los haberes de los jubilados y no generar distorsiones entre quienes tienen más antigüedad o doble cargo. Ningún docente puede estar por debajo de la línea de pobreza”.
Con salarios que rondan el millón de pesos en su escalafón más bajo, la UnTER insiste en que “no se trata de pedidos desmedidos, sino de garantizar que el docente pueda cubrir sus necesidades básicas”.
Finalmente, el secretario adjunto responsabilizó al Gobierno de Río Negro por un posible agravamiento del conflicto: “El riesgo de no volver a clases es exclusivamente responsabilidad del Ministerio de Educación y del Ejecutivo provincial. Ya dimos tiempo suficiente. Ahora necesitamos respuestas concretas y voluntad política”.
Fuente: Radio Libre | En este día.