Sierra Grande | Tras la presentación por parte de un grupo de trabajadores que participan en el proyecto del oleoducto VMOS en Punta Colorada de un petitorio ante la consultora Adecco y la empresa CB&I, solicitando una actualización salarial acorde al aumento del costo de vida, el pago de horas extras y revisiones trimestrales de haberes, el delegado gremial local, Jorge Pazos, en nombre de UOCRA, interpretó el reclamo, advirtiendo sobre ciertos aspectos que, a su juicio, deben ser corregidos para que la gestión sea eficaz y conforme al marco sindical.
La posición de Jorge Pazos
Pazos sostuvo que su gremio está dispuesto a defender los derechos de los trabajadores, pero bajo los cauces adecuados: «Cuando los trabajadores presentan un petitorio por su cuenta, sin aval gremial, sin que el acuerdo esté claro, se desvirtúa el proceso», indicó.
Según su análisis:
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El reclamo fue formulado «independientemente» del gremio, lo que generó una reacción de UOCRA para instar a los firmantes a desistir del petitorio.
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Destacó que hay un acuerdo salarial vigente que la empresa aplica y que, en su opinión, debe respetarse: «La empresa nos manifestó que ellos están pagando bajo el acuerdo que se firmó en el proyecto. Y que si YPF no resuelve el acuerdo, ellos no pueden avanzar».
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Hizo hincapié en que muchos de los trabajadores que están reclamando provienen de fuera de la provincia, lo que —según Pazos— complica la comprensión del convenio local y el rol del sindicato.
Para Pazos, el reclamo tiene elementos legítimos —como la actualización de salarios y la revisión de condiciones laborales—, pero debe enmarcarse en la negociación colectiva y en el acuerdo de convenio respectivo, para evitar que se fomente la dispersión y la inseguridad laboral.
Desde la mirada de Pazos, estos reclamos “tocan temas de fondo” en la industria de la construcción, pero el mecanismo utilizado no es el adecuado: la dispersión en firmas individuales, la falta de respaldo gremial, la heterogeneidad de las condiciones de contratación —especialmente con muchos trabajadores “foráneos”— complican que el reclamo se canalice de modo ordenado.
Añadió que su gremio considera que cuando existe un convenio colectivo vigente y las empresas lo están aplicando, los reclamos deben dirigirse a modificar ese convenio o renegociarlo, no promover planteos paralelos que pueden generar conflicto interno o vulnerabilidad para los trabajadores.
Pazos advirtió que el gremio seguirá de cerca la situación, pero que no apoyará iniciativas que no tengan respaldo formal: “Nuestro rol es garantizar que no haya trabajadores expuestos al despido o vulnerabilidad y que los acuerdos se respeten. Pero también que los trabajadores entiendan que no alcanza con presentarse a firmar un petitorio; hay que que hacerlo con respaldo gremial, con participación colectiva”.

