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NAVIDAD: UNA INVITACIÓN A RECONECTAR CON LA FE Y SUPERAR EL EGOÍSMO

Pastor Marcelo Mellado.

Pastor Marcelo Mellado.

Sierra Grande | En el marco de las celebraciones de fin de año, el pastor Marcelo Mellado compartió una reflexión acerca del sentido espiritual de la Navidad. Más allá de las tradiciones convencionales, Mellado hizo hincapié en que esta fecha representa un «acto nuevo para la humanidad» y una oportunidad para transitar un camino de reconciliación con la divinidad.

El propósito del nacimiento de Jesús

Durante su intervención, el pastor señaló que, si bien no existe una precisión histórica exacta sobre el 25 de diciembre, la certeza fundamental de la fe cristiana es el nacimiento y el mensaje vigente de Jesucristo. Según Mellado, la esencia de la Navidad radica en la llegada de un salvador que viene a cerrar la brecha entre el ser humano y Dios, causada por la desobediencia o el «pecado».

«Jesús nació con el propósito de darnos vida y vida eterna. Es un camino que necesitamos transitar acompañados, no solos», expresó el referente religioso, subrayando que la fe no se basa únicamente en realizar buenas acciones, sino en reconocer una autoridad espiritual superior.

La orfandad espiritual y la paternidad de Dios

Uno de los puntos más destacados de su reflexión fue el cambio de paradigma en la relación con lo sagrado. Mellado explicó que la llegada de Cristo permitió que la humanidad dejara de ver a Dios solo como un «Creador» distante para reconocerlo como un «Padre Celestial».

«Estábamos huérfanos espiritualmente y esa orfandad la empezó a llenar Él al aceptarnos como sus hijos. Allí es donde empezamos a tener una relación más familiar con el Creador», afirmó.

Incluso al abordar el tema del ateísmo, el pastor sostuvo que el simple hecho de mencionarlo implica un reconocimiento implícito de la existencia de Dios, aunque se elija no someterse a su voluntad.

Libertad humana frente a los males del mundo

Al ser consultado sobre por qué se permiten las guerras o el hambre, el pastor Mellado fue enfático en desvincular estas realidades de la voluntad divina. Atribuyó estos males al egoísmo, la ambición y la libre decisión del ser humano.

«Dios no es un Dios que se mezcle con la voluntad del ser humano por la fuerza. El que quiere conocerlo, lo conoce; el que no, es libre para vivir la vida que quiera», explicó, definiendo a Dios como un ente de amor que respeta el libre albedrío de cada individuo.

Un mensaje de esperanza para la comunidad

Finalmente, Mellado instó a los vecinos a reflexionar sobre sus propias vidas y a buscar un cambio de actitud frente al orgullo y el aislamiento. Definió el arrepentimiento no como un castigo, sino como una vía para mejorar la calidad de vida actual y salir de la «muerte del alma» que provoca la amargura.

«Invitamos a todos a conocer a este Dios de amor para no estar solos espiritualmente. Es una decisión libre, pero la invitación a vivir una vida abundante está abierta para todos», concluyó, deseando una bendecida Navidad y un próspero año nuevo a toda la audiencia.

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