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DECLARARON DE INTERÉS LA PRODUCCIÓN APÍCOLA EN SIERRA GRANDE

Sierra Grande | La Legislatura de Río Negro sancionó el 2 de octubre la declaración de interés social, económico y ambiental de la producción apícola en la provincia, poniendo en valor el rol fundamental de la actividad para la economía regional y la biodiversidad. En este marco, el productor de serrano Marcelino Zapata recibió días atrás el reconocimiento formal de la legisladora Magdalena Odarda, quien visitó el establecimiento donde se desarrolla el emprendimiento.

Zapata es uno de los referentes de la apicultura en Sierra Grande, actividad que sostiene junto a un pequeño grupo de trabajadores locales: Francisco Pedraza y Soledad Codazzi. El apiario principal se encuentra en un predio familiar conocido en la comunidad como “el campito”, ubicado en la zona cercana al obrador y a pocas cuadras del cementerio. Además, existen otros puntos de trabajo distribuidos en distintos sectores del ejido.

Durante la recorrida, la legisladora pudo observar el proceso de manejo de colmenas, la limpieza de cajones y la captura de enjambres, tareas propias de esta época del año. Zapata resaltó la visita como “muy importante, porque la apicultura requiere dedicación y condiciones adecuadas para desarrollarse. Este reconocimiento nos da fuerza y nos anima a seguir”.

El productor explicó que la miel de Sierra Grande se caracteriza por ser trifloral, resultado de la diversidad de plantas presentes en el entorno natural. “Nuestra miel no es solo un alimento, es también una medicina. Tiene vitaminas y minerales y es muy buena para las vías respiratorias. Mucha gente de la comunidad la consume diariamente”, señaló.

Sin embargo, Zapata también expresó la necesidad de mejorar el acceso al agua, recurso esencial para la hidratación de las abejas y la limpieza del equipamiento. “Hace dos meses en mi campito no está llegando agua. Las abejas buscan en bebederos y jardines, pero necesitamos contar con un suministro estable para sostener la producción”, advirtió. Agregó también la importancia de planificar el traslado futuro de los apiarios ante el crecimiento urbano de la localidad.

Más allá de los desafíos, Zapata afirmó que trabajar con abejas es “una tarea que requiere paciencia, cariño y constancia”. Compartió que, según la experiencia de productores y vecinos, la presencia de colmenas ha mejorado notablemente la polinización de frutales y la calidad de la vegetación circundante. “Donde hay abejas, los frutos son mejores”, sintetizó.

Como corolario, la entrega del reconocimiento se concretó días atrás con una visita de la legisladora Magdalena Odarda, quien valoró el esfuerzo humano detrás de la producción local, una actividad que, aunque pequeña en escala, tiene un impacto ambiental y comunitario significativo.

Zapata pidió continuar difundiendo la importancia de las abejas y alentó a la comunidad a cuidarlas: “La abeja no es un peligro. Convive con nosotros y es parte de nuestra vida. Enseñemos a los niños a conocerlas y respetarlas”.

La producción apícola en Sierra Grande se sostiene gracias al compromiso de quienes trabajan día a día rodeados de colmenas, pero también gracias al acompañamiento social. El reconocimiento legislativo, aseguran, es un paso más para fortalecer la actividad y proyectarla hacia el futuro.

Fuente: En este día | Radio Libre

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